jueves, 20 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!


"si queremos encontrar al Dios que ha aparecido como niño, hemos de apearnos del caballo de nuestra razón «ilustrada». Debemos deponer nuestras falsas certezas, nuestra soberbia intelectual, que nos impide percibir la proximidad de Dios. Hemos de seguir el camino interior de san Francisco: el camino hacia esa extrema sencillez exterior e interior que hace al corazón capaz de ver." 
 -- Pope Benedict XVI, December 24, 2011
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 Le deseo una muy feliz Navidad y muchas bendiciones para el Nuevo Año.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Una gran alegría!



Navidad es el tiempo litúrgico con el que los cristianos celebramos, cada año, el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. El nacimiento del humilde hijo de carpintero (Mt 13,55) que partió la historia de la humanidad en dos: años y siglos antes y después de Cristo.

El relato del nacimiento en el evangelio de Lucas, como todo relato humano y – por tanto – como todo relato bíblico, está entretejido con datos históricos y confesiones de fe.

Respecto de los datos históricos, destaca en Lucas el interés por darle un marco espacio-temporal lo más exacto posible al nacimiento del “Salvador”. Así, nos cuenta Lucas, que:

  •  Salió un decreto del Emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero…primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria…”.(Lc 2,1-2)

Más datos históricos del simple pero contundente relato lucano sobre el nacimiento y la infancia de Jesús son sus referencias a:

·        “La ciudad de Nazaret, en Galilea” (Lc 2,4).
·        “Su esposa María, que estaba encinta”(Lc 2,5).
·        “En aquella región había pastores…”(Lc 2,8).

Pero toda la fuerza y la intencionalidad del relato están puestas en las confesiones de fe que la primitiva comunidad cristiana, seno del relato lucano, hace - “a la luz de la pascua” - sobre el niño al que ya confiesan Resucitado, sobre el infante al que ahora confiesan como Señor.

Sobresalen, en el relato lucano, las siguientes confesiones de fe:

·        “De la casa y familia de David” (Lc 2,4)
·        “La ciudad de David que se llama Belén, en Judea”(Lc 2,4)
·   “Un ángel del Señor se les presentó, la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: no temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor (Lc 2, 9-11)
·     “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”(Lc 2.14)

Después de veinte siglos, aunque las circunstancias sociales, históricas y culturales han cambiado podemos afirmar que nuestro credo es una fe y una religión histórica, con fundamento en hechos acaecidos de manera irrebatible y comprobable en el espacio-tiempo de la historia humana (D.V. 2).

Pero, especialmente, podemos decir que - después de veinte siglos, en el tiempo litúrgico de la navidad, los cristianos nos unimos a las mismísimas confesiones de fe hechas por los primeros cristianos en sus comunidades. También nosotros hoy, como cada día y en cada navidad, confesamos que en el niño “envuelto en pañales y recostado en una pesebrera” nos nació el Salvador, el Mesías, el Señor, “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6), el que llena de sentido la historia de nuestras vidas personal, familiar y socialmente.

Navidad entonces es un tiempo litúrgico con fundamento histórico pero – especialmente – un tiempo de celebración gozosa por la buena noticia y la gran alegría que el nacimiento del Hijo de Dios significó para los primeros cristianos que así lo confiesan en el hermoso relato lucano y para nosotros que así mismo lo confesamos en el aquí y ahora de nuestra historia.

Esta buena noticia, esta gran alegría justifica con creces todas las celebraciones alrededor de la navidad. Por ello: Feliz Navidad!