viernes, 23 de febrero de 2024
miércoles, 21 de febrero de 2024
El estado de Nueva York lanza una nueva fase de innovación en Medicaid
Con un enfoque particular en la concientización de cómo los factores sociales pueden afectar la salud e insistiendo en abordar los Determinantes Sociales de la Salud, el gobierno federal aprobó una nueva Exención 1115 de Medicaid para el Estado de Nueva York, poniendo a disposición $6 mil millones para mejorar de diversas maneras la calidad de la atención a los pacientes de Medicaid. Oficialmente a partir de abril de 2024 y concluyendo el 31 de marzo de 2027, el nuevo programa de exención otorga una prima a la prestación de servicios de Necesidades Sociales Relacionadas con la Salud (HRSN, por sus siglas en inglés), a la que se le asigna casi la mitad del presupuesto.
La insistencia en tomar en cuenta los factores HRSN está en el centro de la visión de la exención de promover la equidad en la salud, reducir las disparidades y mejorar drásticamente la calidad de la atención médica financiada por Medicaid en todos los ámbitos, implementando mecanismos diseñados para operar a largo plazo en el sistema de Medicaid en el estado de Nueva York, incluyendo, especialmente, la inclusión oficial en Medicaid de un presupuesto para abordar problemáticas relacionadas con HRSN.
El programa proporcionará financiación que facilitará que los proveedores de atención primaria puedan involucrar a organizaciones comunitarias (CBO, por sus siglas en inglés) para encontrar soluciones a las necesidades sociales que están dañando la salud de la población. Tendrá un enfoque regional que señalará áreas que históricamente han experimentado disparidades en la salud y desvinculación del sistema de atención médica. La exención también exige la integración de la atención primaria, la salud conductual y la concientización sobre HRSN, particularmente en lo que respecta a los beneficiarios de Medicaid de alto riesgo, como los jóvenes, las mujeres embarazadas, las personas que luchan contra problemas de adicción y personas sin hogar por plazos extendidos. La exención prevé que las Redes de Atención Social (SCN, por sus siglas en inglés) supervisen la programación de HRSN, trabajando con proveedores locales de atención social.
La exención también incluye más de $690 millones que se gastarán en la fuerza laboral de atención médica del estado de Nueva York con el fin de estabilizar esta fuerza laboral, brindar capacitación y educación, y mejorar el acceso a servicios culturalmente competentes. La capacitación de la fuerza laboral, incluidos asistentes médicos, consejeros de salud mental y trabajadores de salud comunitarios, también incluirá la introducción de modelos de pago basado en el valor real, incluso cuando la exención exige un aumento en los pagos de honorarios por servicio. Algunos médicos que se inscriban en un compromiso de varios años para trabajar con pacientes de Medicaid recibirán el reembolso del préstamo estudiantil.
Una Organización Regional de Equidad en Salud (HERO, por sus siglas en inglés) recopilará datos y los analizará con el fin de diseñar fórmulas para reducir las disparidades en salud, así como apoyar la prestación de servicios HRSN. Esta entidad también explorará diferentes modelos de Atención Basada en el Valor Real que incluyan la cobertura de los servicios de HRSN.
SOMOS Community Care, una red de más de 2500 profesionales, la mayoría de ellos proveedores de atención primaria, que atiende a los pacientes de Medicaid en la ciudad de Nueva York, aplaude la nueva exención 1115. Acoge con satisfacción el énfasis en la integración de los servicios de Necesidades Sociales Relacionadas con la Salud (HRSN) en la atención médica general como clave para superar las disparidades en la atención médica y crear equidad en la salud. De hecho, SOMOS ha seguido este modelo de atención médica desde que comenzó en 2014 como una entidad exigida por la anterior Exención 1115. Tal como está, SOMOS se reconoce a sí mismo en el modelo de la nueva exención. Esto es cierto en varias áreas clave.
Gracias al trabajo de los trabajadores comunitarios de la salud que visitan los hogares de los pacientes, los médicos tienen información sobre las condiciones sociales que afectan la vida de los pacientes. Los médicos de SOMOS ya han comenzado a comunicarse con las organizaciones comunitarias, tal y como lo exige la exención. Pero se hace necesario disponer de financiación adicional para la formación de los trabajadores comunitarios de la salud y del personal médico, así como de otros puestos clave. La inversión en fuerza laboral de la Exención es muy crucial.
SOMOS también ha sido pionero en el modelo de pago basado en el valor real. Su experiencia puede ser fructífera para los especialistas encargados de explorar estos modelos que serán clave en la rendición de cuentas a nivel estatal para mejorar la atención médica, el bienestar a largo plazo de los pacientes y la equidad en salud.
El objetivo fundamental de la exención es servir mejor a los pobres, los vulnerables y los más necesitados. Los médicos de SOMOS viven y trabajan en la comunidad, sus consultorios son accesibles para sus pacientes, y en muchos casos comparten una identidad cultural con ellos, lo que es más propicio para una relación sólida entre médico y paciente, un vínculo que juega un papel importante en la calidad de la atención. Los médicos de SOMOS han brindado una atención superior (médica, conductual y social) a sus pacientes, al tiempo que han ahorrado grandes sumas de dinero a los contribuyentes.
Es más, SOMOS ha operado como la única red de proveedores independientes en el estado. No cuenta con el respaldo de un conglomerado hospitalario. En su lugar, ha operado directamente en las trincheras. La nueva Exención 1115 promete un nuevo crecimiento, así como desafíos para SOMOS, y sus médicos y personal continuarán dándolo todo, como lo han hecho desde el comienzo de la reinvención de Medicaid.
Mario J. Paredes es director ejecutivo de SOMOS Community
Care, una red de atención social de más de 2500 profesionales que cuidan a más
de 1 millón de pacientes de Medicaid en la ciudad de Nueva York.
lunes, 12 de febrero de 2024
¡QUE NINGÚN ENFERMO ESTÉ SOLO!
El 13 de mayo de 1992, el entonces Papa Juan Pablo II, instituyó el 11 de febrero como el día para la Jornada Mundial del Enfermo, como una ocasión anual para la oración, reflexión y promoción por la asistencia y cuidado que – en el mundo entero – requieren todos quienes no gozan de buena y completa salud.
Desde entonces, el Papa
anima cada año dicha Jornada con un Mensaje en el que nos alienta a vivir la
vida con una mirada y actitud compasiva y misericordiosa – como la del mismo
Jesús – hacia los hermanos que padecen algún tipo de enfermedad, hacia “los hermanos que sufren, visitados por el
dolor en sus mil modos, hacia los que buscan en vano el porqué del sufrimiento
humano y que preguntan ansiosamente cuándo y de dónde vendrá el consuelo”
(Mensaje de clausura del Concilio Ecuménico Vaticano II – A los pobres, a los
enfermos y a todos los que sufren – 8 de diciembre 1965).
La salud es condición para la vida personal, familiar y social. Sin salud
no hay vida plena, no hay “vida abundante” (Jn 101,10). La carencia de salud
nos pone a todos en situación de necesidad, de fragilidad, de vulnerabilidad.
Tan importante es la salud para el ser humano, que – teológicamente
hablando - la salvación de Dios para el hombre es sinónimo de salud. Por ello,
los tiempos mesiánicos de la llegada de la salvación que Dios nos ofrece en su
Hijo Jesucristo son anunciados, tanto en el Antiguo Testamento, como tiempos de
salud en los que “los ciegos ven, los
cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos vuelven
a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia” (Mt 11,4-6).
Por ello mismo, tan importante como el cuidado de la salud y la atención preferencial
que han de tener – en toda sociedad – los enfermos, son importantes las
instituciones y personas que se dedican al cuidado de la salud, mediante el
ejercicio de la profesión médica.
Soy CEO de SOMOS Community Care: una red que coordina a más de dos mil quinientos médicos familiares, para proveer servicios de atención primaria a los más desfavorecidos en la ciudad de Nueva York. En esta organización médica trabajamos según una visión y misión humanista y desde una perspectiva del cuidado de la salud de manera integral y preventiva. Somos conscientes de la importancia del cuidado de la salud personal y colectiva y ponemos nuestros mejores esfuerzos para que nuestros recursos médicos, humanos y materiales, alcancen a quienes más los necesitan.
Por ello, entre otros proyectos de bienestar social ampliado, la
Organización Médica SOMOS Community Care y la Fundación Doctor Ramon Tallaj,
hemos implementado un sistema de becas para estudiantes con excelencia
académica que, sin este apoyo, no podrían alcanzar la meta académica de
terminar estudios en programas médicos y paramédicos.
El Mensaje del Papa
Francisco para esta XXXII Jornada Mundial por el Enfermo, de este 11 de febrero
del 2024, está inspirado en la cita bíblica “No conviene que el hombre esté solo” (Gn 2,18). Porque, dice el
Papa, “nuestra vida… está llamada a
realizarse plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del
amor mutuo. Hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es
precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo
del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta,
es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad,
incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de
alguna enfermedad grave”. Por lo que el Papa nos convoca a todos a la
solidaridad, a la cercanía con compasión y con ternura.
Una sociedad que
abandona y olvida a los que sufren es, también, una sociedad enferma,
necesitada de salud, de salvación. “Esta
triste realidad es consecuencia sobre todo de la cultura del individualismo,
que exalta el rendimiento a toda costa y cultiva el mito de la eficiencia,
volviéndose indiferente e incluso despiadada cuando las personas ya no tienen
la fuerza necesaria para seguir ese ritmo. Se convierte entonces en una cultura
del descarte, en la que «no se considera ya a las personas como un valor primario
que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas…»
(Carta enc. Fratelli
tutti, 18).
Así pues, todos estamos llamados a vivir en el mandamiento del amor. Amor
que, al mismo tiempo, sana a los enfermos, amor que sana y salva a quienes nos
olvidamos de los hermanos en necesidad y de quienes cuidan y alivian – desde el
campo de la medicina – a quienes sufren en centros hospitalarios.
Preguntémonos, además de orar, qué podemos hacer por aliviar las cargas de quienes más sufren en nuestra sociedad, cómo podemos hacer más llevadera la soledad de enfermos y ancianos, de qué manera podemos menguar el dolor de tantos hermanos que sufren y de tantas maneras, porque “no es bueno que el ser humano esté solo”.
Mario J. Paredes es miembro de las Juntas de Directores
de la Academia de Líderes Católicos de Latinoamericana y de la American Bible
Society. El Sr. Paredes es director ejecutivo de SOMOS Community Care, una red
de atención social de más de 2500 profesionales que cuidan a más de 1 millón de
pacientes de Medicaid en la ciudad de Nueva York.